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Arquitectos: COA Arquitectura
- Área: 667 m²
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Fotografías:César Béjar
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Atravesando el pequeño pueblo de San Antonio se toma una brecha de terracería para subir al cerro y adentrarse en el bosque, todo se deja atrás para estar ahí, adentro.
Pinos, algunos Encinos y uno que otro Roble cierran las vistas y confinan el lugar dejando pocos claros en el terreno, al ingreso de la propiedad se sitúa el portón y una pequeña cabaña para el velador con bodega. Cuesta abajo, entre los árboles se entre asoman cuatro volúmenes y algunas chimeneas, dos cabañas que en conjunto sugieren una aldea.
Piedra, concreto, metal y madera juegan a mimetizarse en el entorno, despreocupados aceptan el sol y la lluvia, el lodo y el tiempo, son un lugar para el descanso, la convivencia y el recreo. En un continuum con las construcciones vernáculas, techos inclinados, aleros, tapancos, ventanas pequeñas, zahuanes y pórticos buscan responder a las mismas cosas, reinterpretándolas.
El programa se parte en dos: área de convivencia y área de descanso unidas por un “puente” que a la vez comprime el paso y fuga las visuales al bosque. Como si los árboles ejercieran cierta inflexión, los volúmenes giran sutilmente buscando remates y orientaciones a los diferentes espacios en su interior, y contrastan con una silueta quebrada el entramado vertical del contexto.
Las cabañas son refugio, y desde la entrada se busca el transmitirlo, el espacio se comprime para dar la bienvenida y se expande en el estar. Los cambios de escala continúan tanto en los diferentes espacios como en el recorrido interior enriqueciendo la experiencia.
Finalmente, unos fogateros entre los árboles, eco de aquellos muros, confirman el diálogo que las cabañas quieren entablar con el bosque, y mediante el apilar piedras, poderlo habitar.